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Nacho Iglesias, trabajando en la oficina de diseño y cálculo, unas de las áreas de investigación y desarrollo de la empresa mierense.
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Mieres Rail es uno de los emblemas sobre los que gravita la transición industrial del Mieres del siglo XXI. Tras un siglo de siderurgia y minería, la empresa se asentó hace ya casi 20 años en un lugar simbólico, recuperando parte de los terrenos que en su momento ocupó la casi inabarcable Fábrica de Mieres. Los demandados productos ferroviarios diseñados y fabricados por Mieres Rail son una de las enseñas del legado fabril del territorio. Por todo el mundo trenes maniobran con seguridad sobre desvíos y cruzamientos fabricados en Asturias.
Una vista aérea de la fábrica
La empresa encarna el avance tecnológico, sin renunciar a una ascendencia industrial con fuertes vínculos con la historia local. El anuncio de la llegada del ferrocarril a Mieres, en 1872, desembocó en una gran manifestación de protesta, ya que para los vecinos lo primordial entonces era el sostenimiento de las fértiles vegas agrícolas. El progreso era ya imparable y la industrialización irrumpió a bordo del tren apenas dos años más tarde. Durante el siguiente siglo el concejo prosperó siguiendo la estela del humo de las locomotoras, convirtiéndose en un frenético nudo ferroviario, con el carbón y la siderurgia alimentando un constante trasiego de convoyes. Las vías comenzaron a ramificarse y trenzarse. Este itinerario histórico da sentido a que hoy en día una amplia gama de aparatos de vía y cruzamientos ferroviarios fabricados en Mieres puedan encontrarse instalados en más de 20 países repartidos por los cinco continentes.
Mieres Rail es el resultado de la evolución y adaptación al mercado ferroviario de la antigua empresa Felguera Melt de Langreo y su filial en Mieres Felguera Rail. La empresa está implantada en Mieres desde el año 2003, ligada desde 2018 al principal grupo industrial ferroviario de Asturias. Actualmente cuenta con una plantilla de 77 trabajadores. “Diseñamos y fabricamos cruzamientos, desarrollando al tiempo desvíos completos de entre 20 y 200 metros de longitud, estos últimos para vías de alta velocidad de hasta 350 kilómetros por hora”, explica Javier Ardura, director técnico de la firma. Estos equipos pueden encontrase hoy en día en el Metro de Madrid, en el ferrocarril metropolitano de París o en la alta velocidad de La Meca-Medina, en Arabia Saudí, por citar solo algunas referencias de una larga lista de proyectos.
Desvío mixto de doble ancho para el Corredor del Mediterráneo.
La firma asturiana desarrolla su propia tecnología. El constante trabajo de innovación realizado en Mieres durante las dos últimas décadas es la fuerza motriz que ha permitido a la compañía competir en mercados nacionales e internacionales con las grandes multinacionales de la infraestructura ferroviaria. “La competencia en el sector es feroz y pese a la enorme magnitud de algunos de nuestros competidores hemos logrado que el nombre de Mieres esté presente a lo largo de todo el mundo”, apunta Ricardo Corral, responsable del departamento comercial.
Soldadura a tope por chisporroteo.
Actualmente la factoría situada en el polígono de Fábrica de Mieres es adjudicataria, entre otros pedidos, de varios tramos del macroproyecto del Tren Maya que se está construyendo en la península del Yucatán, un equipamiento llamado a vertebrar la expansión de la red nacional ferroviaria de México.
Óscar Alba, trabajando con los modernos equipos del laboratorio metalográfico.
Mieres Rail inauguró en el año 2016 la fundición más moderna de Europa para la fabricación de cruzamientos de vía monobloque en acero al manganeso. La ampliación suponía la construcción de tres nuevas naves con una superficie conjunta de 7.000 metros cuadrados. Dos de ellas, de 5.500 metros, están dedicadas a la fabricación. La otra, de 1.500, sirve para el almacenamiento de los modelos. Esto supuso la concentración en un único centro productivo de los diferentes procesos de fabricación del material ferroviario (desvíos, cruzamientos y otros componentes). Y es que Mieres Raíl concentra tanto el diseño de los modelos, como la fundición, el mecanizado y la soldadura de los cruzamientos de vía. “Disponemos de más de 300 modelos diferentes de cruzamientos y en lo referente a los tipos de desvíos nos adaptamos a la infinidad de especificaciones que nos plantean los clientes”, destaca Ricardo Corral .
Salida de cruzamientos del horno de tratamientos térmicos
La fábrica de Mieres Rail ocupa una superficie de 56.000 metros cuadrados. La innovación y la modernización han sido el hilo conductor de la trayectoria de la firma. “En 2004 fuimos la primera empresa privada de España en implantar la soldadura trimetálica”, destaca Julio Fernández, director gerente. Una enorme máquina de 250 toneladas de peso que en su momento obligó a reforzar la cimentación de la nave central de la empresa para soportar la carga permite el mecanizado de dos cruzamientos de manera simultánea, “reduciendo a la mitad los tiempos de fabricación” apunta Corral. Otra máquina de características similares permite la mecanización simultánea de dos agujas con una longitud de bancada de 30 metros.
El avance tecnológico permite a Mieres Rail tener una gran capacidad anual de fabricación de cruzamientos y desvíos ferroviarios. Los desvíos son los aparatos de vía que permiten el paso de las circulaciones de una vía a otra, o a varias. El cruzamiento es la parte del desvío donde se produce el corte de los hilos de la vía directa y la desviada, por eso se le llama el corazón del desvío”, apunta el mierense Julio Fernández. En lo que se refiere al desvío en su conjunto, está formado por el cambio de agujas, la vía intermedia y el cruzamiento.
En Mieres se diseñan y se fabrican los cruzamientos (corazón del desvío) utilizando moldes de arena aglomerada y compactada para dar la forma adecuada al acero al manganeso. Como ya se ha reflejado, la fábrica trabaja actualmente con más de 300 modelos diferentes de estos corazones, que después de su fabricación se sueldan en su propia máquina de soldadura, “a tope por chisporroteo”, a las antenas de carril dando forma al cruzamiento que se integra en el desvío. “Las longitudes de los desvíos oscilan entre los 20 metros para las líneas de Metro, y pueden llegar a los 200 metros, para vías de alta velocidad con radio de curvatura de hasta 17 kilómetros”, indica Javier Ardura. La factoría mierense dispone de modernos equipos de laboratorio para el control de producción y la certificación de sus productos. Gracias a su capacidad de innovación y adaptación al mercado es líder en el diseño y la fabricación de aparatos de vía mixtos con patentes propias, como la desarrollada para el Corredor del Mediterráneo. Como suministradora principal de aparatos ferroviarios para la red del Metro de Madrid, la empresa ha incorporado novedades técnicas para minimizar ruidos y vibraciones.
La apuesta de Mieres Rail también tiene tintes de sostenibilidad ambiental. La factoría cumple con la ley tanto en materia de ruidos como en emisiones a la atmósfera. Las nuevas instalaciones cuentan con sistemas de insonorización, captación y filtrado de los polvos obtenidos durante los diferentes procesos, así como de recuperación y reciclado de las arenas utilizadas. “Reciclamos para su reutilización el 80 por ciento de la arena que empleados para los moldes”, subraya Julio Fernández.
La empresa tiene certificados sus sistemas de gestión de la calidad, el medio ambiente, la prevención y la eficiencia energética.
Mieres Rail ha sido seleccionada recientemente como empresa “CEPYME500 2021”, dentro del proyecto de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa. La distinción identifica, selecciona y promociona al conjunto de las 500 empresas que lideran el crecimiento empresarial del país. En esta línea, la empresa ha desarrollado diversos proyectos de I+D con la colaboración de diferentes universidades y centros tecnológicos.
La compañía dispone además de una oficina técnica que diseña los aparatos de vía, de un departamento metalúrgico que desarrolla sus propios proyectos de I+D+i y aglutina la tecnología de la fundición de los corazones de vía, innovando y optimizando los procesos de fundición y los procesos de soldadura. “El desarrollo de este departamento en el campo de la metalurgia de la fundición y de los procesos de soldadura nos ha permitido establecernos en mercados ferroviarios con altas exigencias de calidad”, destaca Julio Fernández.
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